martes, 31 de julio de 2007

Parte 1

El sol se proyectaba sobre el agua helada del bebedero de mármol, mientras que una hoja patinaba sobre él simulando ser una bailarina. La gente se iba deslizando lentamente buscando aprovechar los últimos rayos de luz la de plaza. Dos gatos se perseguían sobre los toldos de las tiendas, mientras eran capturados por el lente de un extraño personaje de gran estatura y poca carne, que encorvado hasta casi formar una U al revés, mascaba tabaco y silbaba notas con delirio. Eva saboreaba su helado de melón y avellanas con gran disfrute sentada detrás de los estirados barrotes que custodiaban el jardín de flores amarillas, sin ser afectada por la abrumadora temperatura que descendía precipitadamente. Trataba de concentrarse en el aroma del rocío otoñal que caía sobre el pasto que poco a poco iba perdiendo su color a la vez que agitaba sus sandalias blancas tratando de seguir la melodía que se desprendía de los labios del lungo, sus ojos espiaban a ratos las líneas en el papel de un joven que con su pluma retrataba la torre de reloj del molino de arena que cada año se inclinaba mas y mas, amenazando con devorarse todo en su caída de un solo bocado.